MI POESÍA NO TIENE TRAJE
A la luz de una farola,
a Camarón y a jilguero,
a la brasa de una hoguera
a eso huele mi tintero.
A una casita portátil
donde se vivía con ganas,
a un barrio prefabricado
donde cantaban las ranas.
Al verde de un tal Lorca
en la voz de un tal Manzanita,
a una luna que dormía
entre vigas y uralita.
A la mirada de un galgo,
al mimbre de un canastero,
a la vara de un olivo
con botines y sombrero.
Me crié entre Las Palmeras
de la humildad y el obrero,
lo siento mucho señores
a eso huele mi tintero.
¡Mi poesía no tiene traje,
viste pantalón vaquero!
Rafael Llamas Jiménez
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