lunes, 2 de septiembre de 2019

VUELVO A LA ALDEA



VUELVO A LA ALDEA 
(Soneto)


Ya no escribo con pluma labrantía,
he dejado el tintero del apero,
el zurrón y la vara del cabrero,
ha sido sin querer, ¡que no quería!

Admito que al lector lo cansaría
de tanta luna ovina y de puchero,
de repetidas coplas de jilguero
que apenas casi nadie escucharía.

Desprovisto de jara yo me acallo
perdido en mil palabras sin sentido
necesito romero y alma en tallo.

Yo me vuelvo a la aldea y su ladrido,
me hace falta la cresta de ese gallo
que despierta al poeta que has leído.



Rafael Llamas Jiménez

EL PESCADOR




EL PESCADOR
(Soneto)


Desde niño mostraba la afición
sentándose en la orilla del pantano,
agarrando la caña con su mano
y lanzando el señuelo con pasión.

Reflejaba en sus ojos la ilusión
mientras cebaba el agua grano a grano,
lo mismo en el invierno que en verano
jamás daba señal de rendición.

En el río el reflejo de la luna
sobre el junco acompaña al pescador
que aguarda con paciencia la fortuna

de que hunda la picada el flotador
del espigón del mar, en la laguna,
y mostrar su captura con furor.



Rafael Lamas Jiménez