El PAN RECIÉN COCIDO
(Soneto)
Añoro el blanco pozo de mi infancia,
su brocal con macetas de claveles,
las uvas de la parra con sus mieles
y la dama de noche y su fragancia.
El ladrido del perro y su vagancia,
el cine de verano y sus carteles,
el café de la abuela y sus pasteles,
de mi abuelo el sombrero y su elegancia.
El pan recién cocido y el puchero,
el paño de crochet con su botijo,
la paleta y las ascuas del brasero.
Entre el verde olivar aquel cortijo,
el trigo, la cebada y el apero,
escribir de mi pueblo es regocijo.
Rafael Llamas Jiménez
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